viernes, 8 de enero de 2016

Al fin, simplemente viernes

Finalmente, un viernes sin adjetivos, sin etiquetas. Un viernes libre de invitaciones al consumo, los gastos, el exceso. Un día que no es festivo, ni puente entre festivos, ni vacío de prensa, ni nominalmente extraño cual black friday. Simplemente, viernes: último día de la semana laboral, puerta al ocio o a la rutina a costa de uno mismo y su imaginación y no a expensas de los demás. Primer viernes “normal” del año para volver a la normalidad, a las cosas sencillas, humildes y personales, sin los agobios de la multitud, sin atracos al bolsillo y sin atracones de calorías. Al fin, simplemente viernes para lo que uno quiera o apetezca, no para obedecer a la publicidad, los dictados del comercio o las tendencias de la banalidad. Viernes, simplemente. Al fin.  

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