martes, 30 de septiembre de 2014

El quinquenio de Lienzo

Coronar el quinto aniversario de un blog no deja de ser un hecho de cierto relieve, minúsculo si queréis. Es relevante por su pertinaz permanencia, su obsesiva continuidad, a pesar de las dificultades, propias y ajenas, y de la escasa repercusión de la iniciativa para lo acostumbrado en el ciberespacio, en el que cualquier mensaje de 14 caracteres puede suscitar decenas de miles de reacciones y réplicas. Pero cinco años consecutivos de Lienzo de Babel causan satisfacción y, a qué negarlo, una mijita de orgullo. Hoy celebramos el primer quinquenio de este blog, algo así como la plena madurez en la vida de una bitácora en Internet, donde continuamente surgen y se consumen empresas parecidas, la mayoría de ellas con un fulgor esplendoroso, pero momentáneo.

Se ha alcanzado en cinco años una relativa estabilidad en la elaboración del blog, con la publicación de alrededor 200 entradas al año, y en sus contenidos, que abarcan desde la política nacional e internacional, los microrrelatos literarios y las reseñas variopintas (libros, discos, películas, etc.), además de algunas divagaciones extemporáneas sobre lo divino y lo humano. Lienzo de Babel se consolida, por tanto, al cabo de estos años, como un mosaico de sugerencias o reacciones provocadas por un mundo complejo visto con los ojos de la incredulidad y el alma en continuo desasosiego, ya que no le gusta lo que contempla y no entiende lo que pasa.

Se consolida también el número de seguidores, apenas una docena, y el de lectores, esos babilonios anónimos que rastrean sus páginas, en torno a 8.000 al año durante la última época. Estos datos denotan la madurez de una iniciativa que no renuncia a su original pretensión: ser ventana al espacio virtual desde la que ofrecer las opiniones de un testigo de su tiempo y un náufrago balanceado a la deriva por las impetuosas olas de los acontecimientos, aunque su voz quede ensordecida por el estrépito de lo que lo zarandea.

Todo ello unido a los inevitables imponderables de la torpeza. El dominio del blog fue sustraído, en legítima subasta, ante la impericia de quien no supo ni pudo renovarlo a tiempo por avatares concatenados. Por tal motivo, esta página estuvo perdida durante algunas semanas, para desesperación de su autor, quien temía verse ahogado definitivamente. Gracias a la destreza de dos amigos desprendidos (es de agradecidos mostrar público reconocimiento: Pablo Poó y Juan Pablo Bellido) que supieron rescatarlo, Lienzo de Babel ha podido resucitar desde el puntocom personalizado en el que se alojaba hasta el inaugural blogspot al que ahora vuelve, no sin daños en su difusión que se intentan restañar. Todo un reto para seguir en la brecha.

Y justo eso es lo que prometemos: continuar la tarea de compartir impresiones, intercambiar puntos de vista, mejor si son diversos, y participar en el esfuerzo humano por encontrar alguna razón a lo que nos une y separa en este hogar redondo, azul y violento llamado Tierra y que tanto desasosiego y extrañeza nos genera. Lienzo de Babel mantendrá abierto el canal de la comunicación en tanto en cuanto el diálogo sea posible, es decir, mientras los babilonios invisibles lo posibiliten con su grata presencia y los seguidores lo subrayen con su apoyo expreso. A todos ellos, pues, muchas gracias por estos cinco años inolvidables y estimulantes.

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