miércoles, 23 de octubre de 2013

Un semanario que se descubre a sí mismo


La revista dominical del diario “El País” ha estrenado nuevo diseño este fin de semana pasado, haciendo modificaciones tipográficas, de maquetación para jugar con los textos y los espacios en blanco, y en contenidos. Es una actualización del semanario que busca refrescar su imagen para continuar despertando el interés de los lectores y ampliar mercados. Hay que reconocer, en cualquier caso, que es una apuesta valiente y arriesgada por parte de los editores del periódico, en estos tiempos de profunda crisis en el sector mediático, en los que sigue descendiendo la difusión de los diarios de manera imparable (6 % menos en 2012).

El País semanal es uno de los dominicales más veteranos entre los diarios de España, que perdura una vez desaparecido su homólogo de “ABC”, Blanco y Negro. A lo largo de sus casi 40 años de  existencia, ha sufrido diversas actualizaciones en su diseño, por la evolución de las estéticas y las preferencias de los consumidores de prensa, para adecuarse a las exigencias de continua actualización e innovación que dictamina el mercado. Ese proceso de permanente modernización ha conseguido que El País semanal sea hoy día la revista dominical de mayor difusión de España (1.500.000 ejemplares), sin contar a XLSemanal, que es distribuida conjuntamente por varias cabeceras (2.500.000 ejemplares).

El interés por reforzar la oferta de la revista viene determinado porque todos los periódicos aumentan sus ventas el domingo gracias a estos suplementos dominicales. Aparte del mayor tiempo disponible para la lectura, los dominicales complementan y profundizan los asuntos abordados por el periódico, aportando una cuidada y más agradable presentación de su contenido y ofreciendo una amplia selección de materias que atraen la atención de un público diverso: motor, moda, reportajes, cómics, artículos, opinión, etc. Se trata, por tanto, de un producto imprescindible en cualquier periódico con ambición de continuidad y rentabilidad comercial.

Sin embargo, además de las modificaciones estructurales de El País semanal (diseño y secciones), lo más significativo, a mi parecer, del cambio que ha sufrido este suplemento periodístico ha sido la apuesta que han realizado los editores por la consolidación de un producto en soporte papel que busca abrirse al mercado latinoamericano. Se confirma, así, que la prensa escrita sigue siendo el producto más importante sobre el que pivota la viabilidad económica de las empresas de comunicación, superando a las ediciones digitales. Por eso, cuando todo el mundo pronostica la inminente desaparición del papel como vehículo para la transmisión del conocimiento y la información (libros, prensa, etc.), “El País” renueva la oferta dominical de su revista con la incorporación de firmas de periodistas procedentes del Nuevo Continente, como las de Juan Gabriel Vásquez, Élmer Mendoza, Leila Guerreiro y otros, que se suman al plantel de colaboradores habituales del dominical: Javier Marías, Rosa Montero, Javier Cercas, Almudena Grandes, Juan José Millás y Santiago Roncangliolo.

En este sentido, más allá de estéticas y diseños, para los que no renunciamos a la lectura sosegada de temas elaborados sin los agobios de la actualidad y con el placer de palpar cada página que se pasa, es una reconfortante noticia saber que El País semanal se descubre a sí mismo y se reconcilia con unos lectores que mantienen su fidelidad a los “valores originales” del periodismo, como ellos mismos reconocen. 

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