miércoles, 7 de marzo de 2012

Estos días azules y este sol de la infancia...

Estos días cuasi primaverales, con los cielos despejados en los que se recortan sobre un celeste infinito los paisajes que quedan inmortalizados en la retina, me hacen compartir los últimos versos, encontrados en un bolsillo de su gabán, del poeta que añoraba en el exilio una luz que sus ojos dejarían de percibir, iluminándole el alma. Todo cuánto admiro me revela la fugacidad de una mirada temerosa de esa ceguera final que nos hará desaparecer y que me obliga a mirar desde el recuerdo que todos olvidarán.

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