sábado, 7 de enero de 2012

Retorno a la normalidad

Primer fin de semana del año que encaramos tras los fastos navideños y los excesos irracionales a que nos tienta el consumo. Toca ahora purgar el organismo de las intoxicaciones alcohólicas y alimentarias a que lo hemos sometido con tantas celebraciones pascuales y de notar en la cartera la cruda realidad que ha de empobrecernos aún más.  Economía aparte, la salud se resiente y bueno será retornar a unas rutinas libres de dispendios que empalagan hasta la náusea. Guardaremos zambombas y matasuegras de las horas festivas para recogernos en la silenciosa tranquilidad de lo nimio y cotidiano, en la felicidad de un paseo alejado de los grandes comercios o la placidez de una lectura o una conversación. Y para preparar al espíritu ansioso de paz, nada mejor que la Serenata melancólica de Chaikovski, mientras contemplamos los grabados que retratan lo grotesco de muchos de nuestros comportamientos, de Rowlandson.

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