domingo, 18 de diciembre de 2011

Calendario 2012 de Cuadernos de Roldán

Ayer se presentó el Calendario 2012 de Cuadernos de Roldán en el Salón del Foro de la Biodiversidad que la Fundación Biodiversidad del CSIC tiene en el Patio de Banderas en Sevilla. El lugar fue pequeño para los inquilinos que acudimos a nuestro ritual encuentro anual, en vísperas navideñas. Pequeño y curioso porque un lateral de la sala correspondía a un trozo de lienzo de la muralla del Alcázar, donde se halla la Puerta original de la fortaleza, con su arco de herradura perfectamente conservado. En ese recinto histórico se hizo la presentación de un Calendario que, por primera vez, recogía la obra de un solo pintor en sus ilustraciones. Claro que tampoco era un pintor cualquiera, sino un antiguo componente de la tertulia, orondo de arte, y admirado por todos: José Ramón Vaca. Los versos seleccionados para acompañar cada mes del almanaque son obra de Eloisa Galindo, Francisco Núñez Roldán, Carolina Abadía, Salvador Compán, Jesús Solano, Ismael Yebra, Juandepunto, Carlos Abadía, Alejandro García Acebes, Raquel Rico, José María Bedoya y Antonio Molina Flores.

Como de costumbre, durante el acto de presentación se procedió a la lectura de los poemas y la proyección de las diapositivas de los cuadros que se reproducen en las páginas del Calendario. Antes de cada intervención, un breve fraseo al clarinete y otros instrumentos de viento, a cargo de Jesús Solano, servía de preludio armónico para extasiarse y, con sólo cerrar los ojos, dejarse llevar junto a las notas sobre las piedras de la alcazaba. Carlos Becerra coordinaba la presentación y no pudo contener la añoranza al recordar los 21 años que lleva editando el Almanaque aquel grupo de amigos que, alrededor de su hermano Rafael, comenzara la andadura de Cuadernos de Roldán, allá por 1988, cuyo poemario artesanal número 0 aún conservo con su dedicatoria.   

Luego, aprovechando la invitación de un día prístino, la tertulia se dispersó en pandillas por las calles del centro de Sevilla en busca de los antros donde se bebe la vida y se alimenta uno de amistad, aunque sean malos tiempos para la lírica, como decía uno de los poemas:

Larga noche de diciembre

Recordaremos un año duro
y sin embargo hermoso.
Perdimos todas las elecciones
pero fuimos ganando la calle.

El quince de mayo brotó,
como una flor roja,
entre las conciencias adormiladas
que se decían en las tabernas:
Algo habrá que hacer.

Y han sido nuestros sobrinos,
nuestras hijas, nuestros nietos,
los que esta vez dijeron:
Estáis dormidos, despertad.

Abuelo, ya está bien de batallitas del franquismo,
ahora la cosa también se está poniendo fea.
Todo está en krisis menos la pederastia vaticana
y el sueldo de los curas (¡Dios!) en las Cajas de Ahorro.

El pop ha convertido a Mao en virtuoso cuadro
de Andy Warhol y a Max en un icono
para las camisetas
en las manifestaciones.

Malos tiempos para la lírica,
malos tiempos
para pensar en la flor del cerezo cayendo
levemente sobre la nieve del monte Fuji.
Pero el invierno, como en las viejas canciones
del ciclo Winterreise,
sigue siendo un buen tiempo para el amor.
                       Antonio Molina Flores

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