jueves, 2 de diciembre de 2010

December

No es vanidad de falso políglota, sino el pensamiento que brota de pronto ante un invierno que adelanta sus días llorosos, grises y fríos, como las melodías de ese disco de George Winston, pianista americano que acaricia las teclas con una delicadeza exquisita hasta conseguir unas melodías tan íntimas y sensuales como la luz que acompaña a estos días que te obligan a refugiarte en ti mismo.

December es un disco antiguo (1982, Widham Hill Records) que se mantiene fresco cuando el invierno empieza a golpear los cristales de las ventanas con la niebla húmeda de la tristeza. Contiene la música que transporta la soledad cuando se libera de las entrañas que la aprisionan en lo más hondo del alma y se convierte en el susurro de unas notas que logran verbalizar lo que en las gargantas se hace un nudo cada vez que nos impresiona un momento, un afecto o una pena. Es December el disco que siempre me reclama cuando los días me predisponen a encontrarme conmigo mismo.

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